Durante la suma del domingo, el p. Janusz Kumala, MIC, bendijo las hostias en la mesa de Nochebuena, símbolo de amor y reconciliación. Una vez terminada la liturgia, los fieles presentes en el templo podían llevarlos a casa.
Durante la homilía, el comisario, refiriéndose a las lecturas masivas, planteó preguntas que cada uno de nosotros debería hacerse: Estoy preguntando dónde estoy, en qué camino estoy? ¿Es este el camino que me lleva a vivir plenamente con Dios en la eternidad? Estos son pensamientos de Adviento que se supone que nos hacen felices y que el mundo no comprende. Dios es la meta de mi vida. Solo Él puede satisfacer nuestra sed de felicidad, que durará para siempre.
El mariano se refirió luego al Adviento vivido en la Iglesia, durante el cual cada uno de nosotros debe volver a Dios. - El Adviento es abrirnos los ojos a Jesús que viene a nosotros todos los días a través de los sacramentos. Debemos esperarlo todos los días; Espere que Él venga. Cuando Jesús pasa, se da cuenta de nosotros, quiere entrar en nuestra vida y encontrarnos. Este encuentro es más fructífero cuanto más lo esperamos - lo amamos y lo extrañamos Dijo el cura.
En la palabra custodio del santuario de Liquen, también se refirió a María, que es un ejemplo para nosotros. Desde el momento de la Anunciación comienza el tiempo de esperarla, de nacer, de ver a Jesús cara a cara. - Es de destacar que espera poder ayudar a Elizabeth. Esta es una guía para nosotros sobre cómo debemos esperar: haciendo el bien, mostrando amor y amabilidad a las personas. Es necesario construir la reconciliación y el perdón que falta; estas son nuestras tareas.
Marianin concluyó su homilía con las siguientes palabras: Abracemos a todos los que amamos con nuestro amor y oración. Animo a la hostia a ser un signo de reconciliación, perdón y bondad en nuestras familias. Os animo a enviaros saludos entre vosotros, a vuestros seres queridos, a amigos, quizás no necesariamente estos poemas sms de Internet, sino a escribir algunas palabras de deseos y enviar y orar por aquellos cercanos a nosotros. De esta manera también nos preparamos para la Navidad, para que todos podamos regocijarnos y celebrar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
La culminación de la liturgia dominical fue la bendición de las hostias, que compartiremos en Nochebuena en la mesa festiva.
Después del final de la Eucaristía, hubo un concierto titulado "Tota pulchra" a cargo de los organistas de líquenes: Sra. Barbara Kaczor y Sr. Jacek Hyżny con motivo del sábado 9 de diciembre, celebración de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. - Patrono de la Congregación de los Padres Marianos.