El domingo de la Palabra de Dios en el santuario de Licheń fue una ocasión para preguntarme si estoy cumpliendo las palabras de Cristo. En el santuario también se celebró el 4º Día de la Familia de la Abuela y el Abuelo.
Misa del Sur estuvo presidida por el P. Janusz Kumala, MIC, curador del santuario Lichen, quien recordó en su homilía que la Palabra de Dios no es literatura, sino la presencia, una revelación de Dios. Lo animó a acompañar diariamente a los peregrinos. En cuanto a las lecturas de la misa, enfatizó que podemos escuchar, pero no creer a Cristo, que solo Él trae la gracia que puede cambiar la vida cotidiana. Esta es la mayor tragedia para los bautizados. - Solo en la iglesia escuchamos acerca de la felicidad eterna. Es importante que avivemos constantemente nuestra fe - dijo.
La segunda lectura subraya, a su vez, que cada uno tiene un papel importante en la Iglesia, también en la sociedad y, sobre todo, en su familia. - Hoy, en el Día del Abuelo y la Abuela, queremos decir que estas personas son sumamente importantes. No tanto porque den algo, sino sobre todo porque aman. Descubramos esta presencia de los abuelos para que se sientan amados y necesitados. Aprendamos a aceptar el amor a través de ellos. A menudo, los ancianos son expulsados del círculo familiar; no hay tiempo para visitarlos. Experimentan una soledad que duele. Es importante agradecerles todos los días y cuidarlos - dijo el curador del santuario Liquen.
Texto y fotos: Oficina de Prensa del Santuario