Por primera vez, después de un receso de varios meses, en el Santuario de Nuestra Señora de Licheń, el segundo fin de semana de junio se llevaron a cabo los talleres "Cómo vivir el duelo", dirigidos por la psicóloga Monika Potera y el p. Dariusz Hirsch, MIC.
A los encuentros, que combinaban talleres psicológicos y retiros, asistieron 14 personas con diferentes experiencias de vida. Aunque la demanda de estos retiros es alta, el grupo es pequeño, por lo que todos tienen tiempo para hablar. Los participantes comparten sus experiencias dolorosas y de duelo, de las que se nutren los demás. - Es importante saber que el duelo es un proceso largo con etapas. Esto te permite entender lo que me está pasando o lo que es incomprensible. Durante los talleres, los participantes pueden observar sus emociones, también en el contexto de conocer a otra persona que experimenta dificultades similares, dice Monika Potera.
Małgorzata de Wrocław admite que el dolor compartido con los demás se hace más pequeño. - Cuando escucho a personas de todas las edades que han vivido situaciones difíciles, comprendo mi dolor. Podemos expresar sentimientos, obtener apoyo. Percibo estos talleres muy positivamente. Vale la pena tratar de ayudarse a sí mismo a través de otros, sus consejos y experiencias, dice ella.
Los participantes escuchan la conferencia, trabajan en grupos y tienen tiempo para la reflexión personal, la confesión y la Eucaristía. - Aprecio mucho este retiro porque es creado por los participantes. Una persona, al contar su historia, se convierte en una respuesta a las preguntas de la experiencia de la otra persona - p. Hirsch se alegra de que junto a una psicóloga ayuden a las personas a tocar su dolor, afrontarlo y abrir una perspectiva de cómo seguir viviendo. Todos lloran individualmente. - La anciana perdió a su esposo que estaba enfermo de Covid19, no pudo despedirse. Recogió la urna del hospital. Alguien más perdió un hijo que se suicidó. Hay un sentimiento de culpa. La dirección es importante, no somos responsables de todo. Llevamos a la cruz, al sagrario, al encuentro con Dios en el sacramento - explica la mariana.
A veces, las personas luchan no solo con el dolor, sino también con los prejuicios, por ejemplo, que no puedes llorar sobre la tumba de tu ser querido, porque obstaculiza su camino al cielo. - Tienes que verificar tales creencias. Tienes derecho a llorar y vivirlo individualmente, porque es tu duelo. Necesitamos cuidarnos para recuperarnos del duelo. No vale la pena aislarse de las emociones, huir, porque este camino puede acumular problemas, por ejemplo, adicciones, enfatiza el sacerdote del retiro.
Ania de Varsovia enfatiza que no tiene sentido esperar con la experiencia del duelo, porque regresa incluso después de varios años. Si es difícil para alguien, vale la pena buscar ayuda. - Recomiendo encarecidamente el retiro a todos los que experimentaron una pérdida. Es mejor volver a la alegría de vivir y aceptar lo que Dios ha preparado para los años venideros. Aquí podrás conocer las etapas del duelo o las regularidades psicológicas de las personas que viven el duelo. Después de perder a un ser querido, muchas veces nos sentimos solos porque la gente no sabe cómo apoyarnos y evitarnos. La pérdida está ligada al aislamiento social. La experiencia de entender y conocer a personas que están pasando por lo mismo es valiosa en el taller, dice Ania.